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Mente Mujer: Tauromaquia, alternativa sin ellas

Desde el pasado 28 de diciembre de 2014, la empresa de la Plaza México no ha vuelto a anunciar un cartel con al menos una mujer durante la temporada novilleril o de corridas de toros. En los últimos festejos taurinos, celebrados de octubre de 2021 a febrero del presente año, en el coso taurino más grande del mundo –con aforo para 42 mil aficionados–, ha anunciado sólo varones: desde novilleros y matadores de toros, hasta forcados y rejoneadores, pero a ninguna novillera o matadora.



La michoacana Hilda Tenorio, con 12 años como torera, reconoce que las empresas taurinas del país, les dieron oportunidad de torear, pero en festejos sólo protagonizados por mujeres: “La verdad es que no nada más en la Plaza México, ¿cuánto tiempo hace que no ves anunciada una torera? Es de llamar la atención. No sé si no estamos listas o las compañías, de plano, nos han bloqueado. Es algo que he venido analizando, diciendo y peleando, porque poco a poco, las empresas nos fueron acorralando y relegando en sus cartelitos de mujeres toreras. Y eso es realmente perder o retroceder en lo que se ha ganado en la lucha”, dijo la joven de 34 años.


Hilda se inició en el mundo de la tauromaquia a muy corta edad. Sin antecedentes taurinos en su familia, la mexicana integró una cuadrilla de niños toreros, junto a Joselito Adame y Juan Chávez, gracias al buen ojo que les tuvo el apoderado Pepe San Martín, durante la primera década del siglo XXI. La gracia y cualidades en el ruedo, los hizo torear en un número importante de festejos en todo el país, incluso, en el propio ruedo del Embudo de Insurgentes. Hilda aseguró que fueron hasta 48 festejos los que tuvo como becerrista.


Ya como novillera, Tenorio actuó 80 veces en ruedos nacionales, basada en el toreo clásico: con capa y muleta. Hasta después, tomó las banderillas para cubrir el segundo tercio de la lidia. Hilda causó impacto por su facilidad para entender las embestidas de los astados que enfrentó. “Me gusta mucho el toreo, me gusta mucho analizar las embestidas, me gusta la variedad de capote y de muleta y, más que nada, hacer las cosas clásicas, porque el toreo tradicional nunca va a pasar de moda”, afirmó para Mente Mujer.


Tuvieron que pasar 64 años para que la afición del Coso de Insurgentes viera tomar la alternativa a una matadora. Ocurrió el pasado 28 de febrero de 2010, cuando Hilda Tenorio –vestida de blanco y oro– se doctoró en presencia de su padrino Manolo Mejía y del español Ruiz Manuel, quien fungió como testigo.

El astado que enfrentó aquella tarde fue Victorioso, No. 81, de 490 kilogramos, de la dehesa de Autrique, cuya faena le permitió saludar en el tercio. Con el segundo burel, la michoacana cortó una oreja.


En total, ha actuado en 16 tardes en La México, dos de ellas como becerrista, ocho en novilladas y un festival y cinco como matadora.


A la par de su carrera en los ruedos, Hilda es abogada por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Incluso, trabajó tres años en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; participó en la ponencia de la ministra Margarita Rueda Ramos, hoy retirada, y se incorporó después en el equipo de trabajo de la ministra Yasmín Esquivel Mossa. Su trabajo era revisar proyectos de sentencia. Con un horario de nueve horas, la joven tenía poco tiempo para ejercitarse y entrenar bajo el denominado ‘toreo de salón’, que es simular los movimientos de una lidia completa.


Por ello, tuvo que pedir licencia en la corte para enfocarse en los toros, pero un accidente en el ruedo iba a cambiar su futuro.


GRAVES PERCANCES


Tenorio ha sufrido dos heridas graves en su carrera; curiosamente, las dos en el rostro. El primero fue como novillera, el 1 de febrero de 2003, en la Plaza La Luz de León, Guanajuato, ahí sufrió una cornada en su cara, un esguince cervical y la fractura de la mano derecha.


La segunda, más grave, ocurrió el 3 de mayo de 2019, en El Relicario, de Puebla, cuando intentó un farol de rodillas y, pegada a las tablas, el toro Querido Viejo, del hierro de Santoyo, la embistió y terminó con 17 fracturas en el rostro. Tras una operación de seis horas, espero 10 largos meses de recuperación.

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